miércoles, 22 de mayo de 2013

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Más vale pájaro en mano, que ciento volando.

Crítica de la clase de Ffía.


La clase de filosofía es diferente a la de las demás materias.
Cuando Enrique entra por la puerta, ya sabemos quién manda y nos sentamos cada uno en su sitio, el profesor es muy estricto; mientras deja el maletín en la mesa, nos da su ya típica presentación:
Queridos niños, queridas niñas y público en general. Nos hemos reunido aquí hoy para aprender algo nuevo, ya sabéis cual es nuestro lema, algo aprenderéis a poco que escuchéis, aunque sea perder el tiempo con la dignidad con la que yo lo pierdo.

Ya todo puesto a punto, empieza a impartir sus clases educativas. Explica las diferentes teorías con distintos ejemplos, los cuales son sencillos para que te puedas enterar, aunque si no lo comprendes, él con gusto te lo vuelve a explicar.

Cuando alguien se pasa de la raya, ya está él para bajarte los humos y hacer que te relajes. Hace breves paréntesis psicopedagógicos, y una vez hecho sigue con su clase.
Enrique P. Mesa es un hombre educado, simpático, buen conversador, ya que puedes mantener una conversación sobre todo tipo de temas con él y no tiene pelos en la lengua, te va a decir lo que piensa de ti o de lo que haces bien sea bueno o malo.

Lo que más me llama la atención de Enrique, es que se interese tanto por nosotros sin recibir nada a cambio.

Espero que mi profesor del año que viene de la clase de filosofía sea Enrique.
Mi tutor mi héroe,
¡mañana más!